Crónica
Siempre hay una
primera vez para todo… pues en esta ocasión fue mi primer abandono en un
objetivo importante. He decidido hacer la crónica igualmente, porque de los
sinsabores también se puede aprender, y cuando escribo, reflexiono mejor.
Primera vez que corría
fuera de Canarias y me fui a visitar a mi amigo Migue en Sevilla. Nos fuimos
unos días antes y aprovechamos para turistear un poco por tierras andaluzas.
Mil gracias a Migue, Olga y los padres de Olga por tratarnos tan bien en este
viaje, les esperamos en Tenerife con los brazos abiertos.
Turisteo en Setenil de las bodegas
Salida en Prado
del Rey un pueblito pequeño, sin parafarnalias de las grandes carreras, ni abalorios
prescindibles… a las 12 del mediodía empezaba el mambo, muy tardeee para mi, ya que el sol rajaba las piedras y correríamos
por mucha zona abierta… pues nada… bebe agüita,
isotónico. Control exhaustivo del material obligatorio, uno a uno y riguroso
(como debe ser), estoy tranquilo aunque algo incomodo con mi estomago, hago mi
ritual para concentrarme, me despido de mi novia y la familia de Migue… y con
el permiso previo a los Bandoleros, y la música de Curro Jiménez, dan la salida
con el disparo de un trabuco. Vamossss!!!.
Se sale rápido,
pero ya lo esperaba porque el primer tramo era una subida llevadera y luego bajada
tendida, el pulso va muy bien (no sube de 150), voy entre los 30 primeros con sensación
de ir reservando bastante, avanzo alguna posición más y me uno al trenecito
del 20 al 25… hasta que en km 2,5 nos
perdemos porque no vimos la baliza camuflada en una valla y regresamos un km en
dirección la salida, oleee, oleee, oleee!!!! Y encima con mucho desnivel (
calculo que 8 minutos de regalo!!). grrrr!!!
La rabia me come por dentro, pero estamos empezando y pienso que hay muchos kms para volver
a mi posición natural… llego al primer avituallamiento km 8 con Migue, le
comento que me perdí, cargo agua y para arriba, ahora comenzaba la
subida más dura… y la estaba deseando!!!, ya que en teoría llegaba bien
entrenado en subida… peeeeerooo lo que todavía
no sabia era que aquí comenzaba mi calvario!!.
Todo el sendero
de subida hasta el km 20, era un sendero “puñetero”, y me explico… el desnivel
no era mucho… visto desde el perfil, era idóneo para meter ritmo… pues olvídate
de eso!!! No hay 30 cm de sendero que no tengan una piedra atravesada, un
salto, una roca puntiaguda… es decir Técnico como cosa buena… así que te rompía
todos los esquemas, ya que tenia que estar en tensión constantemente pues mis
tobillos seguían muy débiles de los últimos esguinces como para fiarme, no para
de ir saltando, con rodillas arriba, esquivando huecos… una tortura!!... y
pensando: en las crónicas de otros años había leído que el tramo técnico era
del 20 al 33… si este tramo lo consideraban bueno…¿Cómo coño será el jodido?.
Llegando al avituallamiento de Puerto Boyar
Llego al avituallamiento
de Puerto Boyar (km 20) en el puesto 27 y con la primera de las chicas (así que
ya había recuperado mi posición natural), pero apenas he comido dos mordidas a
una barrita, una golosina y 2 botellines de agua… para 2:50 de carrera, mal
asunto!! El estomago esta cerrado y no
entra comida… al menos esta Ana allí y me deja el recovery para intentar meter
algo liquido, cojo un trozo de chocolate y en 3 minutos salgo… soy consciente
de que tengo que buscar la manera de meter mas comida o estoy fuera de
carrera. Pero tengo un dolor punzante en el apéndice, que no me deja correr ni
en bajada… suelto al grupo en el que iba y me concedo unos minutos para
intentar resolver el problema, consigo meterme un gel durante 30 minutos… ufff…
el tiempo y el sol juegan en mi contra… para colmo el dolor me hace vomitar un
poco… mas deshidratado si cabe… joerrr!!!
Pues aunque parecía
imposible, el tramo de Puerto Boyar (km 20) a Villaluenga (km32) era más técnico si cabe, ¿de dónde
sacaron tanta piedra, por diosss?? 12 km que me llevaron casi 3 horas!!!,
caminaba hasta en llano… que suplicio, yo vine a correr no a hacer senderismo
por medio de una pedrera… sinceramente, me cuesta encontrar un sitio Tenerife
tan técnico durante tantos kms… es como si caminaras por el sendero de pico
viejo pero durante 3 horas, por no hablar de la ultima bajada a Villaluenga…
criminal y peligrosa!! Muy técnica!! hasta el punto de dudar si hay sendero, y al organizador se le ocurrió lanzarnos por aquel acantilado para abajo...
Pero antes de
llegar a esta bajada, fue cuando se complico de verdad mi carrera… estaba agotado, llevaba 5
horas donde apenas podía comer, el sol me estaba deshidratando (me costaba mear
y era muy amarillo), no me bajaba ni el agua… y se me comenzaba a nublar un
poco la vista… hasta el punto que fui a subir una piedra y me desmaye cayendo al
suelo sin control… no se muy bien como caí, pero me duele un dedo de la mano izquierda, un moraton en el cuádriceps
izquierdo y el antebrazo derecho me duele bastante…llegó un chico y al verme en el suelo aturdido, a saber la pinta que tenia, me tiro el agua que tenia por la cabeza, me abre
un gel y me lo empuja... me lleva a una
sombrita hasta que a los 5 minutos me recupero y vuelvo a ponerme en pie, se que estamos cerca del
siguiente avituallamiento y hay que llegar allí como sea… solo fueron 30 minutos
más, pero para mi fueron un mundo.
Llego a
Villaluenga malamente, me siento muy débil… me tomo algo de coca cola, pero me
cuesta mucho, pruebo con fruta… y tampoco… cojo un plato de pasta y me siento
en una silla… entra algo y ya han pasado 15 minutos en el avituallamiento… intento levantarme, pero me mareo un poco y
vuelvo a sentarme… y aquí dije SE ACABO, si no tienes el control de tu cuerpo
no vas a ningún lado, la balanza de coste/ beneficio, ya pesaba más el coste y
no había necesidad de hacerme más daño. Llamo a una chica de la organización para
comunicarle mi retirada y así evito la tentación de seguir en carrera. Me he retirado en el puesto 16 de la general y 9 de mi categoría... una pena!!. Llamo a
Ana para que venga a recogerme y fin de la carrera… cuando no se puede hay
parar y no le des mas vueltas.
Entrando a Villaluenga
Cuando llego Ana seguía
más blanco que las cartas, poco a poco comí mas, tome algo de isotónico hasta
que deje de sentirme mareado. 3 horas más tarde tenia una voracidad increíble,
comía y bebía como si no hubiera un mañana y así durante las siguientes 6 horas
que estuvimos acompañando a Migue en los avituallamientos.
No hay nada como el consuelo de tu novia ;)
En resumen, sentado
ahora en casa y reflexionando sobre como llegue a esa situación creo que los
ingredientes que pueden explicarlo (o catálogo de excusas, como ustedes quieran
mirarlo) son:
- · Ir con 3 esguinces de tobillos, más 3 caídas fuertes a falta de 1 mes y medio es correr con inseguridad (me miro un tuerto o algo!!), lo que implica mayor demanda atencional y por ende mayor desgaste calórico. Aprendizaje; no compitas si no te has recuperado bien de una lesión
- · El lunes me salió una infección en un cordal, lo cual significo tomar medicamentos que me dejaron medio bobo, de hecho el martes me salió el peor entreno en toda la planificación de bandoleros. Aprendizaje: los antibióticos merman tu rendimiento a la velocidad de la luz.
- · El martes y miércoles no pude comer bien porque el cordal no me dejaba.
- · El jueves y viernes, entre tapeos, viajes en coche que dilatan los tiempos de comida y que no tenemos fortuna con los sitios donde vamos a comer, tampoco termino de coger alimento suficiente y me siento algo alicaído, de hecho Ana me dice que estoy como apagado. Aprendizaje; tengo un cuerpo muy delgado que depende mucho de comer bien, si no le echo comida, no tengo reservas de dónde tirar.
- · Sábado día de carrera, no pude desayunar como suelo hacerlo antes de las carreras, y la espera hasta las 12:00 se hace larga.
- · Un sol de justicia, que hizo fuésemos buscando sombra como el tesoro más preciado.
- Quizás peque de ambicioso al principio, yendo más rápido de lo que debía... pero los datos del pulso me dicen que iba bien... no lo se...
- · Un terreno técnico, como jamás había visto, que me tiraba por tierra todos los tiempos previstos, porque no me fiaba de donde poner los pies. Aprendizaje; entrenar más propiocepción y fortalecer tobillos.
Todo esto desemboco que comenzara la carrera con los depósitos bajo mínimos,
con dudas sobre cuanto aguantarían mis tobillos y con sensación de ir
contracorriente siempre… mal asunto para correr una ultra de 73 km
terriblemente técnica. En otra ocasión será. ;)
Me quedo con esta imagen de mi amigo entrando en meta (la disfrute tanto como si hubiese entrado yo). Estoy orgulloso de su constancia con los entrenos y de ver que cada día es mejor corredor. Eres grande Miguelon!!!